Todos nosotros, los animales y toda criatura viviente, tenemos el mismo deseo, el mismo sueño, el mismo objetivo, la misma meta: ser felices y tener una vida sana. Es muy bueno tener este sueño pero, por supuesto, el sólo desearlo o quererlo no es suficiente. Ser conscientes de que queremos una vida feliz y en paz es muy importante, pero también supone una gran responsabilidad para cada uno de nosotros hacer que se haga realidad, y no sólo para el bienestar de nosotros mismos sino también de nuestros hijos, la sociedad, y las generaciones futuras. Esta es nuestra gran responsabilidad y por eso debemos intentar que nuestra vida sea sana y pacífica.
En este siglo XXI tenemos lo que se suele denominar grandes desafíos. El primero de ellos es el estrés, nuestro mayor problema, pues aunque este existía en tiempos pasados, no estaba presente en la misma medida que hoy, cuando casi todo el mundo lo sufre. Desafortunadamente es uno de los factores más insanos de nuestra vida. Los otros cuatro son el miedo, la depresión, los conflictos y la ansiedad. Debido a estos grandes desafíos y también a la soledad, nuestra sociedad no está sana física, emocional, mental, ni espiritualmente.
Por esta razón, el primer paso es cuidar nuestra mente, es decir, es por ella por donde debemos comenzar. Hacer que nuestra vida y el mundo sean sanos y pacíficos, comienza por uno mismo, consiguiendo tener una mente sana y en paz. Este es el factor clave. Pero ¿Cómo cuidar nuestra mente y sanarla?
Entonces surge otra pregunta ¿De dónde proceden el estrés, el miedo, la ansiedad, los conflictos, la depresión y la soledad?
Lama Khenpo Ngedön responderá a estas preguntas durante esta conferencia.
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